
Compositus, desecho vegetal que se transforma para todo
- Hernán Camilo Yepes
Ver la cascarilla del arroz transformarse en objetos habituales, como una silla o en artesanía, e incluso en otros de mayor alcance como prótesis y mobiliario urbano, es posible gracias a Compositus, un proyecto innovador en el que se articulan investigadores de las universidades de Ibagué y Los Andes.
Es un propósito conjunto con la motivación de contribuir a la reducción de generación de plástico en el mundo: un significativo aporte frente a las más de 300 millones de toneladas que se fabrican, muchas de ellas destinadas a terminar en océanos, ríos y calles al final de su vida útil.
Por Unibagué, el equipo estuvo conformado por los profesores Martha Marcela Morado, Paola Henoe Mejía, Nidia Roa Vivas y Nelson Javier Tovar, en lo relacionado con mercadeo, cadena de producción e imagen.
"El producto es un pellet o un filamento que puede usarse en varias industrias, en impresión 3D, inyección o extrusión. Son segmentos que tienen que ver con polímeros termoformables; es decir, con lo que hacen una silla o muchísimas cosas de plástico", comentó la investigadora Luz Adriana Sánchez Echeverry, quien ha aportado desde el desarrollo de materiales.
Innovación con sello sostenible
Es una transformación basada en ácido poliláctico, un polímero de origen vegetal que se degrada con mayor facilidad que los de otras fuentes, lo que garantiza la reducción de huella de carbono en la manufactura, evita la disposición inadecuada de residuos agroindustriales y fortalece las cadenas de valor con enfoque territorial y de economía circular.
Es una transformación basada en ácido poliláctico, un polímero de origen vegetal que se degrada con mayor facilidad que los de otras fuentes, lo que garantiza la reducción de huella de carbono en la manufactura, evita la disposición inadecuada de residuos agroindustriales y fortalece las cadenas de valor con enfoque territorial y de economía circular.
(Fue resultado de convocatoria nacional)
Dicho interés fue el punto de encuentro entre ambas universidades: un trabajo previo de investigación de Uniandes sumado a la alta producción de arroz en el Tolima, punto en el que se hace indispensable el aporte de Unibagué, en cuanto al mercadeo, la imagen y el modelo de negocio.
"Es un producto que, si bien sale de la investigación, tiene su propósito en el mercado, en la industria. Nos muestra cómo la sostenibilidad puede volverse innovación, porque estamos tratando con un producto nuevo, y que, efectivamente, podemos utilizar los mal llamados residuos en generarles un valor agregado", añadió Sánchez.
"Es un producto que, si bien sale de la investigación, tiene su propósito en el mercado, en la industria. Nos muestra cómo la sostenibilidad puede volverse innovación, porque estamos tratando con un producto nuevo, y que, efectivamente, podemos utilizar los mal llamados residuos en generarles un valor agregado", añadió Sánchez.
Y es un valor que aumenta para su uso masivo, como consecuencia de la protección que otorgó el pasado 20 de mayo la Superintendencia de Industria y Comercio, mediante la resolución 30197, con el registro de la marca Compositus según la Clasificación Internacional de Niza edición No. 12, para las siguientes categorías:
1: Productos químicos para la industria, la ciencia, así como para la agricultura, la horticultura y la silvicultura; resinas artificiales en bruto, materias plásticas en bruto; productos químicos para conservar alimentos; adhesivos (pegamentos) para la industria.
17: Materias plásticas y resinas semielaboradas.
1: Productos químicos para la industria, la ciencia, así como para la agricultura, la horticultura y la silvicultura; resinas artificiales en bruto, materias plásticas en bruto; productos químicos para conservar alimentos; adhesivos (pegamentos) para la industria.
17: Materias plásticas y resinas semielaboradas.
Si bien el proyecto está enfocado en cascarilla de arroz, también se ha explorado con frutas exóticas de Vichada. "Cualquier fibra o combinación de fibras puede ser adaptada", explica la investigadora.
Considero que esos son los proyectos a los que debemos apuntar, esos proyectos que toman problemas reales de la región y puedan convertirlos en una solución. Efectivamente es un proyecto que tiene todo el potencial".